El Txindoki siempre ha sido y será el origen de recuerdos muy bonitos. Allí, recorriendo su arista, descubrimos lo que era el vértigo y las ganas de volver a revivir esas mismas sensaciones para el resto de nuestras vidas. Averiguamos también que nuestro futuro en el trail running iba a tener poco recorrido y que lo importante era disfrutar de la montaña con la gente que más querías. El Txindoki fue también nuestra primera señal de libertad en fase de pandemia, pasando dos días escalando, comiendo, bebiendo y durmiendo clandestinamente bajo las estrellas. El Txindoki ha sido también la fuente de inspiración de ideas descabelladas, como escalar su arista con crampones y piolets, sin hielo, ni nieve, ni nada que justificase aquella tontería. Ha sido, por supuesto, la primera montaña que subí y en la que escalé tras el accidente. Había llegado por fin el momento de cumplir otro pequeño sueño; escalar el Txdindoki saliendo desde casa en bici, y, de paso, ser testigos del regreso a las paredes de Seti.
Como de costumbre, cargados con muchas más cosas de las necesarias e iluminados con las primeras luces, pusimos rumbo a Larraitz. El viento sur, que tan bonitos paisajes dibuja, fue sin embargo la mejor manera de poner nuestras piernas a prueba. Con Seti de líder todo es más fácil, así que, en unas 2 horas, llegamos por fin a Larraitz. Gracias a Larraitz Gain Jatetxea por guardarnos las bicis! y, por cierto, las croquetas estaban muy buenas!
Una vez aquí, tocaba cambiar de registro, y ponernos en marcha hacia la base de la arista. Por fortuna, el viento nos permitió disfrutar de un solitario día en la montaña. 1 hora de aproximación, y menos de dos horas de arista fueron suficientes para coronar de nuevo el Txindoki y para deducir que tendríamos tiempo de bocata y birra, antes de emprender la vuelta.
Era de nuevo hora de soltar piernas y pedalear, cansados pero exultantes, descendiendo las bonitas curvas del puerto de Larraitz. Con el Txindoki a nuestra espaldas, rodeados de bonitas estampas otoñales e impulsados, ahora sí, por la brisa, fuimos tranquilamente volviendo a casa. Como siempre, han salido nuevas ideas, nuevos pequeños sueños que seguro, un día viviremos.
Datos de la actividad:
Donosti - Larraitz: 46 km / +800m
Arista Txindoki: IV+ / +1000
Larraitz - Donosti: 40 km / +300m
Eso de beberse una birra antes de volver es de biciclista flipado.
Gran actividad, hay q hacer más combinaciones bici y escalada