Pasado apenas un mes desde regresamos de Alpes, dónde dimos por finalizada la temporada de esquí, teníamos muchas ganas de volver a a entrar en contacto con la roca. Que mejor manera de hacerlo que regresar a las solitarias paredes de Ansó, desde dónde podríamos disfrutar de preciosas vías rodeados de vastos bosques e infinitas praderas. Esta vez, escalamos la vía Biba Fidel, en el espolón solitario, contiguo al imponente Tozal de Espelunga.
Fecha: 21 de Mayo de 2022
Desnivel y dificultad: 310 m, 6b+ ( 6a obl.)
Material: 12 cintas, friends hasta el 4.
Apertura: Luzio Egiguren en 2007
Aproximación: Recorriendo la carretera que une Zuriza y Ansó, Aparcar en un parking con espacio para 3 coches, a la sombra, a la altura del espolón solitario a penas pasado el Tozal de Espelunga. A partir de aquí, cruzar el río y ascender el barranco en dirección del propio Espolón. Se verán algunas marcas rojas en el camino. Al final de este barranco, tomar un camino, marcado con hitos, que nos llevará al inicio de la vía. Se podrá reconocer un primer parabolt dónde podemos montar la primera reunión. Dado que tiene alguna trepada entre zonas de musgo, se desaconseja seguir este itinerario sobre terreno mojado. Lo ideal sería entonces realizar la aproximación a la Udaburu y seguir, pegados a la pared, hasta este pie de vía.
Vía: Escalar en Ansó ya es un regalo. Sus paisajes, su soledad y sus salvajes paredes sobrevoladas por sus majestuosos buitres hacen, en mi opinión, uno de los lugares más mágicos para pasar un día de montaña. Aunque, en ciertos tramos, su roca no sea la más compacta, Biba Fidel nos pareció una vía increíble, con algunos largos que recordaremos durante mucho tiempo. El primero sea quizás el más roto y a un punto estuvo de darnos un buen susto. Sin embargo, a partir del cuarto , se suceden muchos metros de muy buena roca , verticales y aéreos.
Descenso : Nosotros descendimos por el largo camino de vuelta que cae a la borda Chiquín. Ideal para completar un bonito día de montaña y para terminar de torturar tus piernas. Hay que prever unas 2,5 h hasta el coche. Nada que no pueda repararse con un baño fresquito en el río Veral y una siestita a la sombra.
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