Es la cuarta vez que escalamos en Riglos. Hasta ahora, hemos escogido vías que te permiten sentir lo que es escalar aquí, recorriendo largos verticales y con mucho patio pero intecalalados también por chimeneas y diedros que dan algún respiro. La Chopper, sin embargo, no deja de superar infinitas panzas que nos harán sentir, esta vez sí, estar sumergidos en este mar de bolos suspendido sobre el mágico pueblo de Riglos. Preciosa vía al sol para disfrutar de una fría mañana en Riglos.
Aproximación: 5 min por el evidente sendero que te conduce hasta la base del mallo pisón. Perfecta para desayunar con calma esperando a que el sol vaya calentando las frías mañanas rigleras.
Desnivel y dificultad: 135m, 6B
Material: 15 cintas, dos cuerdas de 60m. Vía equipada
Vía: Desde el inicio se identifica fácilmente la línea de parabolts y las marcas de magnesio que van dando pistas de cómo superar las diferentes panzas. Los dos primeros largos son parecidos, verticales, algo sobados, pero con buenas manos. Desde aquí, en tres largos, llegamos a la última reunión. El primero, un 6A, que, por cierto, nos pareció bastante duro, va superando, desde el principio, zonas verticales que hay que leerlas bien para no cansarte. Otra bonita tirada vertical, y otra, la más difícil de todas, nos dejan ya en la última reunión. Desde aquí, se puede puede continuar hasta la cima del mallo pisón por la Chopperior, o , como nosotros, llegar a tiempo a comernos una Longaniza a la brasa y seguir nuestro road trip rokero.
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