Tenemos la sensación de que últimamente los inviernos llegan sin avisar. A penas cuando empezamos a disfrutar de las preciosas estampas otoñales, las primeras cimas empiezan cubrirse con la suficiente nieve como para que empiece el piki piki regalei. Toca cambiar el chip y comenzar a soñar con las primeras bajadas sobre costra o hielo y, por que no, con trazar las primeras curvas flotando en nieve polvo. Para ello habrá que esforzarse en dar con un valle frío, poco rocoso y con pendientes orientadas al norte. ¡Esta vez si, la clavamos! la Artiga de Lin será la respuesta a todas nuestros ruegos y la cura a todos nuestros males.
Con una calma que cada vez nos caracteriza más, conducimos hasta el refugio de la Artiga de Lin. Recomendamos aprovechar los indicios de temporada para explorar estos valles, ya que, con el curso de las nevadas, varios aludes impiden el acceso en coche hasta el refugio. El día amanece desapacible y frío, pero con la suficiente esperanza cómo para salir del coche, colocar los esquís a la mochila y emprender la jornada con una bonita porteada a través de un bosque cubierto por un fina capa de nieve reciente. Sólo por esto, merece la pena.
Calzamos esquís y ascendemos las primeras laderas herbosas que conducen a la cabaña de Pomero. El sol ilumina ya las escarpadas cumbres de este solitario valle y el estado de la nieve empieza ya a avisarnos que probablemente triunfemos. Quizás sea el día que mayor cantidad de gilipolleces hayamos soltado en tan poco tiempo. Algo indicaba que estábamos exaltados y contentos. Abriendo huella sobre 10 cm de polvo fresco, fuimos poco a poco ascendiendo hasta el collado de la Tuca Blanca de Pomero.
Estas curvas, sin duda, quedarán para el recuerdo. Descendemos por la parte derecha del valle, siempre por suaves pendientes ideales para culminar un día de ensueño. Del resto del día, nada nuevo, bocata de pechuga bacon queso, birras y café aliñado. Menú, que acompañado por unos cuartos de final del mundial, te atarán al sofá para el resto de la tarde. Que fácil es vivir así!
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