Hace unos cuantos años me topé con una vieja reseña que relataba la escalada a esta bonita pared. Entonces, esta imponente aventura quedaba muy fuera de mi alcance, por su dificultad, longitud, y sobre todo, lo salvaje que parecía esta remota muralla. Años más tarde, tenemos la fortuna de poder embarcarnos en esta preciosa andanza y disfrutar de uno de los rincones más mágicos de pirineos. Necesitábamos sentirnos preparados para escalar mil metros de pared, en el día, con ciertas garantías, y , con opción de poder disfrutarla como se merece. Por fin, llegó el día. Julen y yo ponemos rumbo a Pont d'Espagne ascender el Vignemale por la más clásica y asequible vía de su cara norte.
Fecha: 22 de agosto de 2022
Desnivel y dificultad: 900 m , V
Material: 2 cuerdas de 60m, juego de friends hasta el 2, fisureros, 12 cintas largas , crampones y piolet
Aproximación: Con las mochilas cargadas para pasar una cómoda noche en los alrededores del refugio Oulettes de Gaube, iniciamos el transitado camino que nos conducía a nuestro primer objetivo. El plan era vivaquear en los alrededores del refugio, bajo una de las estampas más sobrecogedores del pirineo. Recomendamos llevar tienda o, al menos, funda vivac, ya que, al ser un valle muy orientado al norte, es fácil encontrarse bajo una densa niebla que te moja hasta los huesos. De los errores se aprende :)
A las 3:45 suena el despertador, aunque, a decir verdad, los cencerros del ganado que habitan estas tierras nos habían desvelado hace rato. Aún así, motivados por el maravilloso día que teníamos por delante, emprendimos el camino que nos conducía al pie de la pared. Desde hace un tiempo, debido a las constantes caídas de hielo y roca, remontar el glaciar de acceso resulta demasiado peligroso. Por eso, se evita por el indefinido camino que recorre las tumbadas paredes de roca de la derecha. Una vez se llega a cierta altura, el glaciar mejora, y podemos atravesarlo hasta llegar al pie del primer largo.
vía: Respecto a la vía, poco más que añadir a las innumerables reseñas que existen hoy en día en internet. Nosotros la disfrutamos como dos niños, escalando algún tramo a largos, pero sobre todo, recorriendo gran parte de la pared en ensamble. Sin perderse, su dificultad es muy moderada, con lo que se convierte en un ejercicio de avanzar metros, mientras transcurre el tiempo, el desgaste, la sed y el hambre. Con calma, vas reconociendo los deferentes rincones que habías leído ( gendarmes, tipos de roca, travesías, etc.) siempre encontrando algún seguro antiguo que reafirma el camino escogido.
En resumen, los dos primeros largos son los más verticales, de roca muy buena, que te permiten empezar el día con una agradable sensación de escalada. A partir de aquí la pared tumba, intercalando zonas de muy buena roca ( arista) , con zonas de peor calidad ( travesía de roca marrón). Para terminar, se escalan dos largos de IV / IV+ de roca maciza, que te terminarán de sacar la sonrisa por alcanzar la cima del Vignemale.
Por fin, tras 8 horas de escalada y 2h30 de aproximación, alcanzamos uno de los momentos que muchas veces habíamos soñado.
Descenso: Esta vez, el descenso no nos pillaba por sorpresa. Hace pocos meses, recorrimos este mismo lugar esquiando, con lo que intuíamos un camino fácil, obvio pero muy largo. Desde la cima, destrepar por terreno indefinido hasta alcanzar el glaciar d' Osseau. A partir de aquí, descender hasta las rampas que nos conducen al refugio de Bayssellance y Hourquette d'Ossoue. Reventados, pero exultantes, fuimos, en silencio, perdiendo metros de desnivel. Ahora sólo quedaba recoger el material del refugio, y , sin perder la cabeza, llegar al coche.
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