Juntarse con amigos, con los que, por desgracia, no puedes hacerlo menudo, es quizás la parte más bonita de las navidades. Por eso, desde hace años, Jaco y yo acordamos dedicar algún día de las vacaciones a pasarlo juntos en la montaña. Que así siga! Esta vez Botti, Julen Jaco y yo decidimos volver a Riglos, acompañados también de otros buenos amigos mientras ellos disfrutarán de un agradable paseo por los mallos. Las birras de luego eso sí, las compartiremos. ¡Parece que además de escalar vamos a echar muy buenas risas!
Tras valorar diferentes opciones, Julen y yo decidimos decantarnos por una de las vías más clásicas de Riglos, La Mosquitos a la Visera.
Fecha: 07 de Enero de 2023
Dificultad y desnivel: 6B, 250 m
Material: 15 cintas, cuerdas dobles
vía: Este lugar irradia una magia especial. Como cada una de las mañanas que hemos visitado la zona, el amanecer va poco a poco iluminando estas verticales e imponentes paredes de conglomerado. Esta estampa es la mayor fuente de motivación para empezar a escalar a 0ºC y con el sueño aún muy presente en el cuerpo. Por fin, a las 9,30, comenzamos el primer largo, de V+, uno de los más sencillos de la vía. Con el sol ya calentando nuestros cuerpos, escalo la segunda tirada. El único error posible, lo cometí :) Para seguir esta vía, hay que estar atentos, a mitad del diedro, de desviarse siguiendo los parabolts blancos que conducen a la siguiente reunión. Desde aquí, otros dos largos también de fisura, pero más sencillos ( IV+y V+), nos dejan al inicio de uno de los largos más espectaculares de la vía ( 6a), la famosa travesía al trono.
Para acceder a la cima de la visera, nos quedan dos largos, probablemente los dos más exigentes. El primero (6b) abandona ya las fisuras para encarar un muro vertical, con dos panzas que nos dejarán las porras to the limit y la moral por los suelos. El segundo, ya más sencillo, nos dará un necesitado respiro. Por fin, tras una última fácil trepada, coronamos felices la cima de la visera.
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