Fecha: 3 de Septiembre de 2020
La vía de los Navarros es la más antigua de las diferentes vías clásicas abiertas en la cara sur del Aspe. Tenía ganas de compartir con Giacco un día en este valle, del cual me enamoré hace tiempo. Además de sus soberbias vías al Aspe, como la Anaya o la arista de los murciélagos, tanto la aproximación como su descenso son la guinda a unas auténticas jornadas pirenaicas. El precioso amanecer iluminando las imponentes moles de caliza que custodian el camino y las últimas luces reflejadas en los mares de caliza blanca del descenso harán que vuelvas. La vía de los Navarros nos traslada a aquella época dónde se trazaban líneas de escalada buscando las debilidades de la pared a través de chimeneas o diedros y minimizando así al máximo el uso de seguros fijos.
Desnivel y dificultad: 300 m, MD- (V+ max).
Material: la vía tiene 4 clavos y requiere un gran número de friends: juego completo hasta el 3 y repetir del 0,75 al 3, además de cintas largas (12) y doble cuerda de 60m.
Aproximación: la misma que para el resto de vías de la cara sur y arista de los murciélagos, desde la pista de Aisa. 2 h aprox.
vía: Comenzamos a los pies de un muro desde dónde podemos localizar un cordino blanco que marca el inicio de la vía. Los dos primeros largos son menos obvios y habrá que navegar entre placas y diedros hasta alcanzar la terraza herbosa que da acceso a la segunda parte de la vía. A partir de aquí, recorreremos una sucesión de magníficas chimeneas sobre la adherente caliza marrón tan característica del Aspe. Por último, el sexto largo, en mi opinión, el mejor de la vía, asciende por precioso diedro ( V+ / 6a) protegido por un clavo, que nos hará esforzarnos al máximo.
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